Lindsey Bains Johanson ha pasado toda su vida perfeccionando el arte de la negación. Siempre fue la hija perfecta, la obediente, del general Travis Bains, hasta que se enteró de las atrocidades que cometió contra su propia hermana. Ahora, libre de su padre, se ha convertido en la esposa perfecta. Toda una vida de entrenamiento la ha mantenido en línea y dispuesta a permanecer en silencio sobre cualquier cosa y sobre todo, incluyendo el monstruo en que su marido se vuelve a puerta cerrada. Se escapa de la casa de su hermana, y con la ayuda del veterinario, Noah Clark, comienza a ver que no tiene que ser tan buena ni tan obediente. Noah le muestra una vida que nunca antes imaginó, y comienza su camino hacia el auto descubrimiento. Empieza a encontrar a una mujer que nunca conoció, pero que es una mujer que su marido nunca aceptará o liberara. Cuando su marido viene por ella, regresa a su casa, sin decirle a nadie el secreto que ha mantenido a expensas de su mente y cuerpo. Pero esta vez… Las cosas van demasiado lejos, y solo entonces Noah averigua lo que ha escondido todos estos años. Pero Lindsey sabe que nada detendrá a su marido, con el tiempo llegará a destruirla, como siempre prometió que iba a hacer…
Este libro lo empece a leer con menos prejuicios que el anterior (The Other Sister) por que no quería que me pasara lo mismo, así que me encamine en este libro mucho más fácil y encontré un tesoro. No se trata solo de que es bueno, sino que la forma de describir el sufrimiento, dolor y traumas es abrumadora, cada pagina que leí era para mí tan dolorosa que lloré en muchas ocasiones por la empatia que sentía por la protagonista y el odio y rabia que me dejaba cada aparición de su esposo, así como me calmaba la presencia de Noah.
Lindsey es una mujer hermosa pero no solo físicamente sino que mucho más interiormente, lamentablemente por el maltrato domestico que ha estado expuesta por su esposo ha dejado de amarse incluso de creer en si misma, el la ha hecho convertirse en una mujer trofeo, vaciá y rota a tal punto que no puede sentir o pensar otra cosa que no sea dicha por él. La negación y el miedo son su peor enemigo, al punto que en la primera parte del libro incluso llega a justificar la violencia vivida (tal y como pasa en la realidad). A lo largo de la historia ella se sobrepone a todo, pero le cuesta, avanzando un paso y retrocediendo dos o incluso tres pasos.
Cuando al fin abre los ojos, vemos como le cuesta aceptar lo que le sucedió, a tal punto que comienza a culparse, en este punto yo ya había caído enamorada de este personaje tan perfeccionista, llena de miedo y buena que es. Uno de los puntos que más me encanto fue cuando decidió no pensar en un nuevo amor, sino que centrarse en ella, incluso dejar ver su rabia a través de su aspecto físico.
Por otro lado Noah es un tipo impresionante, con una paciencia de santo, medio perdido ya que no sabia como ayudar, llegando a compararse con Will y aceptando que el no es un héroe pero con su cariño, tranquilidad y aceptación lucha por ayudar a Lindsey, dándole también tiempo y espacio para que ella se sobreponga a todo, incluso cuando eso suponga romperse el corazón en mil pedazos.
Leanne (la autora) ha escrito no solo un buen libro, sino que plasma con tanta claridad pero a la vez delicadamente una de las atrocidades que pasan miles de personas (en este caso mujeres) todos los días y como los mas cercanos no somos capaces de ver, o no sabemos como ayudar. Si puedo decir que me falto más información, o que se desarrollara más lo que le paso a el maltratador, pero solo es algo mínimo en comparación a lo bueno del libro.
En definitiva, es un libro muy recomendable en donde pueden esperar de todas las emociones, pero sobretodo un libro que nos trae un tema muchas veces criticado o mal entendido, en donde se puede aprender que hay solución y sobre todo que el amor no es solo pensar en nosotros sino en el bien del otro.
Puntuación:5/5
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